lunes, 11 de abril de 2011

Nuestra concepción de la Extensión

Desde el Centro de Promoción de Derechos Humanos y Formación para el Trabajo Cooperativo sostenemos que el propósito de una política de extensión es aportar desde la Universidad a la transformación social, sin perder de vista que esa transformación la realizan los sectores populares, que el campo en que nos movemos es objeto de una disputa política y que el papel de quienes hacemos extensión es instalarnos como un actor en esta dinámica de lucha social. Por supuesto, esta es una visión profundamente política de la extensión.
Con esta perspectiva nos alejamos de la concepción tradicional de extensión como transmisión de conocimiento a los sectores que no acceden a la Universidad. La extensión no es vista como un instrumento de “iluminación” de los no instruidos, sino una herramienta que aporta a la transformación social desde el compromiso de los/as universitarios/as con su sociedad. Ello implica utilizar las herramientas profesionales específicas de nuestra formación y vincularlas en la práctica con los saberes y conocimientos producidos por la experiencia histórica del pueblo, acumulada en la memoria colectiva. A su vez, llevar a la práctica esta concepción implica participar de una disputa por la definición del rol social de la universidad y sobre la necesaria implicancia del sujeto popular en la construcción de la misma.
Nuestra práctica pedagógica se propone favorecer la circulación, apropiación y producción colectiva de conocimientos para interpretar la realidad cotidiana, analizarla críticamente y definir límites y medios para la acción. Las decisiones metodológicas de la propuesta pedagógica se sustentan en el paradigma de la Educación Popular, entendiéndola como la dimensión educativa de la práctica política emancipatoria y por lo tanto transformadora.
Concebimos nuestra práctica pedagógica como un proceso de enseñanza aprendizaje en el cual buscamos estimular tanto la apropiación, por parte de las organizaciones de base con las que articulamos, de las experiencias populares y conocimientos relativos a los Derechos Humanos; como así también enriquecer y fortalecer, a partir de esta interacción, la formación académica de estudiantes y graduados/as, tanto en materia de Derechos Humanos como en áreas de gestión e investigación, contribuyendo a redefinir el rol social de los/as universitarios/as.

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